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Las trabajadoras sexuales podrán firmar contratos de empleo formales, así como tendrán acceso a seguro de salud, vacaciones pagadas, pensiones y más, después de que entrara en vigor el domingo una nueva ley.
Además, en el documento se establece que las trabajadoras sexuales pueden rechazar a clientes o negarse a hacer un acto sexual. También pueden interrumpir cualquier actividad cuando quieran.
“Esta es una primicia mundial en el sentido de que es el primer marco legislativo integral que otorga a las trabajadoras sexuales derechos iguales (a los demás empleados) y las protege de los riesgos inherentes al (trabajo)”. dijo Daan Bauwens, director del Sindicato Belga de Trabajadoras Sexuales, a CNN.
Además de los derechos, la ley impone obligaciones a los empleadores de trabajadoras sexuales. Por ejemplo, deben obtener una licencia del gobierno, así como proveerles condones, ropa de cama limpia y un botón de alarma de emergencia a las mujeres.
La licencia del gobierno se le otorgará a empleadores que cumplan algunos criterios, entre ellos, no tener condenas previas por violación o tráfico de personas.
La ley también establece reglas sobre horas de trabajo, salario y medidas de seguridad.
El trabajo sexual independiente continuará permitido en Bélgica; sin embargo, las autoridades pueden castigar si se contratan a terceros, violando la ley.
“Este es un paso increíble hacia adelante”, indicó Isabelle Jaramillo, coordinadora de Espace P, un grupo de defensa que se involucró en la redacción de la legislación.
“Significa que su profesión finalmente puede ser reconocida como legítima por el Estado belga”, añadió.
El trabajo sexual también es legal en Alemania y Países Bajos, pero no hay un marco legal que protejan a los empleados.
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Ingrid Hidalgo